El año va terminando y los asombros siguen llegando, un año que nos dio muchas satisfacciones a quienes trabajamos en esta querida RED, nos dio alegrías, amigxs, encuentros y reencuentros, pero por sobre todo la construcción de saberes de forma horizontal. Todxs tenemos saberes que podemos y queremos compartir .Hoy recibimos un ensayo que escribió una joven que participó en la Escuela Internacional de Debate en Español que propiciamos en Trelew.
" Mi nombre es Romina Galarza, de las ciudad de Trelew, Chubut. Tengo 17 años y acabo de terminar mi 5to año secundario de forma satisfactoria. Comencé a debatir en el año 2013, en la primera edición del DebaTrelew, durante dos semanas trabajamos de forma excelente junto a mi equipo y con mucho esfuerzo y estudio llegamos a la final. Ahí recibimos nuestro segundo puesto y además certificados por mejores promedios. Este año 2014, volví a participar con mi equipo y nuevamente salimos subcampeones del DebaTrelew. Por ser cuatro del los mejores debatientes, fuimos becados para participar en la primera escuela de debate en español, EIDE. Donde aprendí y fortalecí mis conocimientos de una forma increible. Día a día sigo poniendo en practica el debate y agradezco desde el primer momento haber ingresado al mundo del debate."
Su escrito es el documento que continua, con una simpleza y una síntesis clara de lo que pretendemos del DEBATE.
"
El Valor de
la Palabra
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El debate
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Romina Galarza
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22/11/2014
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Sin
embargo, hoy en día muy pocas personas conocen o ponen en práctica el arte de
usar la palabra o de poder expresarse ya que no es habitual realizar estos
tipos de destrezas. Una de las formas de manifestación del poder de la palabra es
el debate. Pero, ¿Qué es el debate?
Debate
es la confrontación, discusión o disputa opiniones diferentes sobre algo. [1]
Solemos
ver en televisión o escuchar en la radio
a políticos, futuros gobernantes, ministros y demás entes dispuestos a prometer,
cumplir y realizar todo tipo de propuestas a través de su discurso. Esto en tan
solo pocos minutos y con términos que el público presente la mayoría de las
veces no entiende o comprende. Además los debates que se ven a diario en canales
de televisión consisten en escuchar una de las personas convocadas a expresarse
sin lugar a los demás a dar una opinión a favor o en contra del tema establecido.
Pero debemos saber que de esta manera no consiste el cambio de ideas y
conocimientos más allá de la tesis empleada por las contrapartes involucradas.
Lamento
informarles que eso es una idea errónea del concepto ‘debate’. Para ello
expreso aquí otra definición considerada que les permitirá a ustedes comprender
mejor a que me refiero al hablar de debate y saber usar la palabra.
“Comprometerse con la defensa de
una tesis sin pretender imponérsela a los demás a cualquier precio y tratando
de conquistar el acuerdo de la parte
contraria sin robarle la palabra y reducirla a silencio”[2]
contraria sin robarle la palabra y reducirla a silencio”[2]
Un
profesional en la materia el señor, Marcelo Venegas. Profesor de debate y
oratoria, cuenta de esta manera el surgimiento del ‘debate’:
“Veamos,
el debate nace en Grecia como discusión pública sobre asuntos de la ciudad para
una votación directa al público situando en el Ágora. Allí Aristóteles se ocupa
de estos en sus “Tópicos” o regla de la discusión más conocida como
“Dialéctica”, donde establece en el libro VIII todos los detalles de etas
disciplina que abarca todos los temas, pero desde un punto de vista distinto.
En la Retórica se busca persuadir, emocionar, convencer, en cambio en la
Dialéctica, solo convencer. Por eso se basa en la Lógica, que moviliza y norma
la argumentación.”
Por
eso Aristóteles se ocupa en uno de sus libros de cómo se genera el origen de un
debate y es todo a partir de una controversia (una problemática universal), que
se manifiesta en una polémica (un discurso en particular), sobre una tesis
discutible, para la cual existen al menos dos puntos de vista igualmente
válidos y defendibles.
Si
bien, hoy en día su uso malinterpretado, ya que utilizan el debate como símbolo
de un tema a destacar pero la práctica no se hace de forma correcta. Con esto
planteo las diferencias que se generan, porque pensándolo como debatiente que
soy, las personas tienen un error muy simple que lamentablemente lo llevan de
forma muy cotidiana a la práctica, esto es el ‘hablar por hablar’. Como
argentinos que somos, queremos presumir que lo sabemos todo y todo lo hemos
vivido, pero no es tan así. A lo largo de dos años, yo aprendí que por más
cosas que uno viva o cuente puede ser totalmente cierto como inexistente.
Esto
se debe a cada cosa que contamos a otra persona, en este caso el oyente no sabe
si los hechos son reales o solo producto de la imaginación.
Aquí
es el momento en el cual nosotros como personas queremos saber más allá del
hecho utilizando preguntas y postura, para corroborar si es mentira o verdad.
El debate genera eso y es gracias a los argumentos.
¿Qué
son los argumentos? Son los razonamientos que se utilizan para probar o
demostrar algo o para deducir una verdad conocida por todos. Es exponer una
justificación a algo dicho o hecho. ¿Es mejor hablar por hablar o hablar con
argumentos? Siempre es mejor hablar con buenos argumentos. ¿Por qué digo esto?
La pregunta parte desde mi propia experiencia. Al ser debatiente pude
implementar estas pautas y todo comienza con tres partes fundamentales:
aprender, conocer y preparar.
Al
aprender términos, temas, conceptos, situaciones actuales o problemas
relevantes para nuestra sociedad, adquirimos la definición principal de las
cosas que deseamos expresar y plantear en el debate. A partir de ella obtenemos
una carga que nos respalda y nos da el
punta pie inicial para preparar nuestros argumentos. Luego, como segundo paso nos
apropiamos del conocimiento, para adquirir, entender y saber las facultades del
objeto a debatir. Por último, resta la
preparación, consiste en el tiempo utilizado para realizar los argumentos,
firmes, claros y convincentes, así al momento de expresarlos poder atraer la
atención del público, conectarse con ellos y buscar palabras que podamos
transmitir. De esta forma, cualquier persona será capaz de elegir un tema,
prepararlo y realizar un debate de manera correcta y adecuada.
Cuando
me refiero al uso de las palabras, también las relaciono con las emociones y las
ideas. Cabe destacar que en la actualidad poseer un amplio vocabulario
incrementa beneficios y oportunidades. Es muy importante saber hablar, para
ello existe la oratoria y la retórica a la hora de hacer un debate. ¿Qué es la
oratoria y la retórica?
La
oratoria es el arte de la elocuencia, la razón y de utilizar de la palabra para
hablar de diferentes formas, puede ser un debate, un discurso o una conferencia
y la retórica es la habilidad de poder expresarse con corrección y eficacia los
conceptos con el fin de convencer, persuadir o conmover.[3]
Como
parte de mi experiencia, gracias a la oratoria y la retórica supe que es de
suma importancia aprender a hablar, el valor que tiene y el poder que otorga.
El
valor, como lo expreso en el título es la importancia, la fuerza y la virtud
que en este caso la palabra tiene al momento de expresarnos. Por eso también
nombro el poder, que es ser capaz, tener fuerza y la posibilidad de realizar
algo. Si nos enfocamos en la práctica del debate, más allá de toda la teoría,
el valor y el poder se presentan. Son los conectores que acreditan a uno realizar
el debate. Pierdes el miedo, sabes que tienes una postura y la capacidad de
convencer y refutar aquellos planteos que se presenten, a lo que denominamos
derrocar o destruir los argumentos que presente la contraparte dentro de un
debate.
El
aprendizaje y la práctica de lo que implica un debate, qué es y qué debemos
hacer me ha creado una nueva imagen de mi futuro, al momento de defender mi
persona o quién sabe, poder tener la posibilidad para hacer un debate a nivel
nacional, que comprenda un público de oyentes mucho mayor a lo habitual y así
dar un cambio y demostrar que podemos y gracias al valor de palabra, nuestra
confianza y el apoyo de nuestro alrededor vamos a ser capaces de estar en el
podio con una postura firme y preparada para exponer las ideas y conocimientos,
sin miedo, con autoestima y confianza basada en lo aprendido, los argumentos
preparados y todo aquella sabiduría adquirida.
En
conclusión, ofrezco y promuevo el debate para toda persona interesada, atraída
o curiosa por saber hablar frente al público, sentirse escuchado y despertar el
interés en las personas que quieran oírte. Esta experiencia crece día a día, en
todo el mundo y se está implementando de forma satisfactoria lo que demuestra que el debate es una gran
herramienta de educación y análisis, garante del progreso de mi sabiduría y
autoconfianza al hablar frente al público.
Colaboración:
Ø Profesor de debate y oratoria. Marcelo Venegas, Chile.
Bibliografía:
Ø Diccionario Kapelusz, Editorial Kapelusz, Argentina, 1979.
Ø WordReference.com
Ø RAE.es
Experiencia y conocimientos propios:
Ø Debatrelew 2013
Ø Debatrelew 2da. Edición 2014
Ø EIDE 2014
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